Los cuentos de Teófilo

Teófilo Guitiérrez nació en Jaén. Poca, muy poca gente en España, sabe como es Jaén, así que daré unos datos.

Jaén está ubicada en un valle, a casi 730 msnm. La habitan, según las últimas estadístitas, más de 180.000 jaenos. Sus primeros pobladores debieron de ser aguerridos, porque solo por medios pacíficos consintieron unirse al imperio incaico, según los cronistas…

¡Ah, sí, porque Jaén está en Perú! y tiene una larga y fascinante historia desde sus aborígenes los Pakamurus hasta su fundación oficial, en 1548, por Pedro de Lagasca, y más allá.

Además, es el escenario de los cuentos de Teófilo Guitiérrez, narrador y editor.

Del Perú me vine con dos de sus libros: Tiempos de Colambo y Colina Cruz. Son dos colecciones de cuentos ambientados, como dije al principio, en su patria sentimental, más específicamente en la aldea jaena de Guaranguillo. Y lo repito porque su literatura me ha recordado a narradores como Rulfo o García Márquez, en un aspecto particular: la configuración de un universo coherente de personajes y lugares.

Las colinas, los ríos, la naturaleza y sus estaciones, los árboles, las flores, perros, burros y pequeños insectos, se relacionan con personajes casi siempre humildes, a los que azota la violencia, que viven y sobreviven en una sociedad rural. Son hombres y mujeres, niños, vivos o muertos, que andan en pos de sus deseos, dominados por las pasiones. Seres siempre reconocibles, porque, amén de su buen estilo y de su pericia en el manejo del tempo de la narración breve, protagonizan ficciones muy locales y, a la vez, muy universales.