Lo que tú lees, yo lo vivo

mundos posibles

 

 

 

 

 

Hablando de por qué leer o no leer he recordado tamaña sentencia. La escuché hace muchos años de una joven jactanciosa: «Lo que tú lees, yo lo vivo». Quedé espantado, porque andaba yo por entonces leyendo Crimen y Castigo, y de inmediato la imaginé bajo el hacha de Raskólnikov. Lo que aquella joven me planteaba no es más que un falso dilema: leer o vivir. Falso porque ambas, la literatura y la vida, se interpenetran en numerosas direcciones. A veces, la lectura enriquece la vida cuando ésta es gris, y la vida da sentido a los libros cuando éstos no se bastan. Por otra parte, esa frase, tan aparentemente simple, remite a algo más profundo, que ha concernido a los estudiosos de la literatura desde el mismo Aristóteles. ¿Qué clase de mundo es ese que crea la literatura? No es verdad, pero tampoco mentira, de modo que se trata de una verdad alternativa (o una mentira alternativa), la famosa verdad poética (o quizá una mentira poética). En todo caso se trata de otra realidad que se le agrega a ésta que ya tenemos de balde. Es un plus, un extra, aunque no sea gratis, pues se nos cobra en tiempo. El resultado, no obstante, merece la pena, porque de lo que muchos han vivido yo obtengo una experiencia–vicaria, sí, pero experiencia al fin–a través de sus libros. De modo que no cabe oposición entre leer y vivir, sino una complementariedad interesada, en que ni una ni otra actividad serán menoscabadas. Y es que, en el fondo, se parecen mucho. No lo hice, pero a aquella joven pude haberle replicado: «En tal caso, ya estarías muerta».


2 respuesta a «Lo que tú lees, yo lo vivo»

  • Miguel

    Yo había entendido la frase en otro sentido, al de experimentar intensamente cuando se lee.
    ¡¡Yo cuando leo, me meto tan dentro, que lo vivo!! Un recuerdo que de vez en cuando me cuenta mi padre es la cara que yo ponía cuando me contaba o leía cuentos siendo pequeño. Estaba dentro de la historia, era uno de los protagonistas, estaba viviendo otra vida…
    Eso sí que es maravilloso, durante un tiempo cambiar de identidad y sentir más de lo que se siente en el mundo real. Por eso creo que la (buena) literatura es necesaria.
    Complementariedad es la palabra.
    Gracias, Gonzalo.

    • gonzalomartindemarcos

      Gracias a ti, Miguel, por leer, y comentar. Totalmente de acuerdo. Esa lectura que te abstrae y transporta es maravillosa. A veces pienso que, por deformación profesional, he perdido esa capacidad.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: